Pinos piñoneros

Pinos piñoneros

viernes, 1 de agosto de 2014

TERCER TRAMO



Subiremos por el paseo central del Príncipe, con dos hileras de guardianes a cada lado: los pinos piñoneros y los falsos castaños.



                                                                          



Pinus pinea


El pino piñonero es árbol grande, robusto, con corteza muy gruesa y agrietada y con piñas muy grandes, aovadas, esféricas, de color pardo rojizo y brillantes, con pestañas con ombligo sobresaliente y punzante. Cada piña puede contener hasta 100 piñones comestibles.

El pino piñonero crece para después abrirse mediante ramas gruesas formando una copa redondeada y achatada, a manera de sombrilla. La superficie del tronco se caracteriza por disponer de placas de color grisáceo, separadas por grietas rojizas. 

Se extiende por el Mediterráneo y Portugal. Es de crecimiento rápido y de gran longevidad, pudiendo llegar hasta los 500 años.

La madera es resinosa, pesada y muy nudosa y se ha utilizado como traviesas de ferrocarril y para combustible. Se recolectan sus piñones y se da en jardinería. El nombre pinea viene de piña.





Aesculus hippocastanum

En el paseo del Príncipe hay dos hileras de castaños de Indias o falsos castaños, árbol corpulento, hasta 20 o 30 m. con gran copa. Tronco con resquebrajaduras verticales, retorcidas en espiral. Hojas grandes, alternas lanceoladas y con borde aserrado, con prominentes nervios en la cara inferior.
Flores blancas, en grandes inflorescencias cónicas; el fruto tiene púas y en su interior se alojan hasta tres semillas muy parecidas a las castañas pero no comestibles. Se le podría llamar el árbol de las dos mentiras, pues ni es castaño ni nada tiene que ver con las Indias.

                                                                                 



Rosa sp.

El rosal silvestre es un arbusto de hoja caduca, con fuertes espinas en los tallos y hojas; estas son compuestas, imparipinnadas, de 5 a 7 foliolos. Flores blancas o rosas con 5 pétalos y aroma suave, agrupadas en racimos. El falso fruto es el receptáculo floral, ovalado, de color rojo escarlata, que recibe el nombre de "escaramujo" o mas vulgarmente, "tapaculo" que, a su vez contiene varios huesecillos que son los frutos verdaderos; este escaramujo es rico en vitaminas y ha sido utilizado con fines médicos y culinarios.





Cistus ladanifer

La jara pringosa Tallos pardo negruzcos, retorcidos, de uno a dos metros. De hojas pegajosas debido al pringue llamado ládano, opuestas, alargadas y soldadas en la base; de penetrante olor y con flores blancas, grandes, vistosas, en ocasiones con mancha púrpura en sus cinco pétalos. 
Se da en extensas zonas de la sierra, en suelos ácidos, zonas algo resguardadas, hasta los 1200 metros. Se asocia bien con el romero y el tomillo.




Asphodelus albus

Las varillas de San José o gamón blanco es una planta herbácea perenne que puede alcanzar hasta 2 m de altura, aunque esto puede variar muchísimo según la disponibilidad de agua. Tiene un único tallo floral recto, apoyado en raíces tuberosas. Las hojas nacen a partir de la base del tallo; son largas y acanaladas, de superficie cerúlea. Las flores aparecen entre mayo y agosto en su región nativa; son hermafroditas y actinomorfas, con seis pétalos, y se van juntando a medida que se asciende por el tallo, que raramente se encuentra ramificado, hasta llegar al ápice que están en racimos o más agrupadas. Los frutos son cápsulas ovoides, ubicadas al cabo de cortos pedúnculos, de color amarillo-verdoso que se abren en tres partes al madurar.




Buxus sempervirens

Y por aquí también abunda el boj, longevo arbusto de hoja perenne, de muy lento crecimiento. Con hojas opuestas, coriáceas y lustrosas, verde oscuro brillante por el haz y amarillento y mate por el envés. Prefiere los terrenos calcáreos y aguanta bien la sombra. 
Es apreciado para formar setos en jardinería y su pesada madera, amarillenta, es dura pero buena para tornear pequeñas piezas como las del ajedrez, cucharas, vasos o cajas. Su nombre deriva del vocablo griego Buxos que significa vaso o cubilete.





Arbutus unedo

El madroño, emblemático arbusto madrileño a pesar de que no abunda por esta zona, ya que es muy sensible a las heladas. Es una especie perteneciente al género Arbutus en la familia Ericaceae. 
Perenne de crecimiento muy lento. Tronco y ramas escamosas. Hojas lanceoladas y de borde aserrado. Se pueden observar las flores y frutos simultáneamente, durante el otoño. Flores blancas pequeñas crecen en ramilletes en otoño con tronco rojizo más o menos cubierto de largas escamas grisáceas, con ramas grises y ramillas abundantemente foliosas, pardo-rojizas, a menudo piloso-glandulosas. Las hojas son lanceoladas, lauroides, bastante alargadas, serradas, de un verde brillante por el haz, mates por el envés, con pecíolo de hasta 7-8 mm. El fruto en baya es rugoso, rojo en la madurez, con 5 lóculos polispermos y las semillas son pequeñas, pardas y angulosas. 
Difundido por toda la región mediterránea y por toda la Península Ibérica, excepto en zonas de clima frío. Es una buena planta ornamental en parques y jardines, aunque resulta algo sucio cuando los frutos maduros 
Según Andrés Laguna, el latín unedo proviene de edo, comer, y unus, uno, es decir, comer uno sólo, recordando el contenido de alcohol elevado que contienen sus frutos y la facilidad con que causan dolor de cabeza. 

                                                                  
Y llegamos a otra glorieta central donde arranca descendente el paseo de la Cruz, por el que veremos, a nuestra izquierda, algunos ejemplares de almendros.




Prunus dulcis

Los almendros de este jardín, por ser ya vetustos, presentan un tronco agrietado, escamoso y grisáceo. Son de hoja caduca, simples, lanceolada, estrechas y puntiagudas, de color verde intenso, con bordes dentados. La flor tiene cinco pétalos con colores variables entre blanco y rosado. 
El almendro florece muy pronto, allá por febrero. Antes de que aparezcan las hojas, tiene lugar una exuberancia de flores blancas.




Crataegus sp.

Bajando por este paseo de la Cruz, comprobamos que hay espino albar, majuelo o espino blanco por todo el jardín y también un par de matas en esta pradera. De la familia de las rosáceas. Es de hoja caduca, puede llegar hasta seis metros de altura, con ramas espinosas, hojas lampiñas y aserradas, caducas, flores blancas, olorosas y en corimbo, y fruto ovoide, revestido de piel tierna y rojiza que encierra una pulpa dulce y una única semilla, de ahí su nombre, apareciendo raras veces dos.
Pueden ser arbustos o pequeños árboles de cinco a catorce metros de altura, con una densa corona. La corteza es gruesa y parda con grietas verticales naranja. Los tallos más jóvenes tienen espinas romas, de uno a 1,5 cm. de largo. Hojas de 2 a 4 cm. de largo, obovadas y profundamente lobuladas, a veces casi hasta el centro, con los lóbulos abiertos en un amplio ángulo. El haz es verde negruzco y pálido en el envés.
Espectacular floración a finales de primavera (mayo a junio en su área nativa) en corimbos de cinco a veinticinco juntas; cada flor de cerca de un cm. de diámetro, con cinco pétalos blancos, numerosos estambres rojos, y un singular estilo; son moderadamente fragantes. Tarde en la estación da numerosas frutas pequeñas, ovales, rojo oscuras de cerca de 1 cm de longitud, tipo cereza, pero estructuralmente un pomo conteniendo una sola semilla. Los frutos son importantes para la vida silvestre en invierno, particularmente para las aves que las comen.





Liquidambar styraciflua

En ese triángulo entre el paseo del Príncipe, de la Cruz y de los Tilos, encontramos por lo menos tres ejemplares de liquidambar. Es un árbol entre medio a grande, no autóctono. Las hojas son palmeadas y lobuladas, de 7 a 19 cm largas y anchas, parecidas a las de los arces. El limbo de las hojas tienen cinco lóbulos puntiagudos, y son fácilmente distinguibles de las de los arces por su disposición alterna; son de color verde oscuro y tupido, y en muchos casos se tornan en brillantes naranjas, rojo y púrpuras en otoño. El nombre deriva de la palabra latina liquidus y la palabra árabe, aludiendo al líquido de color ámbar que produce.
Bajando por el paseo de la Cruz, guiados por las plataneras, aparecen acacias, arces campestres, espino albar, algún pino piñonero aislado, rebollos, encinas y guindos.





Prumus cerasus

Por el mismo paseo de la Cruz, algo más abajo y a la izquierda, aparece algún guindo, que es una especie de Prunus estrechamente emparentado con Prunus avium, cerezo silvestre, también conocido como cerezo dulce. Sin embargo, su fruta es más ácida y utilizada, sobre todo, en preparaciones culinarias.
El árbol, más pequeño que el cerezo silvestre, crece entre 4-10 metros de altura, con numerosas ramillas en cada rama. Hojas ovaladas o elípticas de 3,5 a 7,5 cm de longitud. Los frutos rojos casi negros, nacen en los tallos más cortos. Ramas y tronco con corteza lisa pardo-rojiza que se desprende a menudo en laminillas papiráceas.





Ailanthus altissima

El ailanto o árbol del cielo, árbol de los dioses o falso zumaque, es un árbol ornamental muy utilizado en jardines públicos en el sur de Europa, originario de China. De crecimiento rápido, es muy resistente a la contaminación. Alcanza una talla de hasta 20 metros y puede llegar a vivir de 40 a 50 años. Es de hoja caduca.
El tronco es de corteza gris y agrietada, con tonos castaños en ejemplares de mayor edad. Las hojas son largas y pecioladas; desprenden el olor desagradable que caracteriza a esta especie. El fruto es una sámara que se dispersa de forma muy eficiente; manteniéndose muchas veces en al árbol cuando ha perdido ya toda la hoja, en espera de ráfagas de viento.
En España se ha convertido en una especie silvestre invasora por su rápido crecimiento y su capacidad para prosperar en cualquier lugar, formando densas arboledas en los márgenes de las carreteras. Crece en zonas no colonizadas por otras especies; no es un árbol forestal. Debido a su potencial colonizador y constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, ha sido catalogada en el Catálogo Español de Especies exóticas Invasoras, estando prohibida su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio.
Las características bioecológicas de la especie la convierten en altamente invasora: es resistente a la contaminación y a gran parte de inclemencias ambientales, fabrica una enorme cantidad de frutos al año, y tiene una gran capacidad de rebrote. Reduce la biodiversidad y la riqueza de especies e incrementa la dominancia en favor de sí mismo.
Es un colonizador de espacios degradados (solares, descampados).

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Después de dejar la cruz del Nefando a nuestra izquierda, tomaremos el paseo de los Tilos que nos conducirá a la glorieta de la entrada principal de la Casita.




Hypericum perforatum

El hiperico es también conocido como la hierba de San Juan.
Los pétalos de la flor son de color amarillo dorado, con pequeñas motas negras en sus bordes, el apelativo latino perforatum proviene de las pequeñas perforaciones -en realidad son bolsas de aceite esencial- que pueden verse al trasluz en cada una de las hojas de esta planta. Son el doble de largos que los sépalos. Una peculiaridad de esta hierba es que, al aplastar entre los dedos alguna de sus hojitas, deja una mancha en la piel su savia anaranjada.
Utilizada tradicionalmente para la confección de tratamientos antidepresivos. Esta indicación ha sido validada en las últimas décadas por las agencias de salud de algunos países como Alemania, donde ha sido incluida en la farmacopea oficial, prescribiéndose frecuentemente con ese propósito terapéutico.




Verbascum sp.

El gordolobo es una planta herbácea bienal con flores amarillas, muy brillantes, agrupadas alrededor de la vara central recta, hasta más de un metro de altura y recubierta con una capa lanuda. Las flores son medicinales. Se conoce también con el nombre de gordolobo.
Antonio Machado dedicó una bella poesía a esta flor de Verbasco.

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Ya estamos frente a la puerta principal del recinto de la Casita, viendo un seto de photinia que en primavera se tiñe de una sorprendente tonalidad rojiza difícilmente igualable. En la pradera de enfrente, también hay unos seis ejemplares de esta planta, ahora en forma de arbustos.




Photinia fraseri (red robin)

La fotinia tiene hojas alternas, enteras o finamente dentadas, perennifolias, aunque hay algunas con hojas caducas.
La fotinia es un arbusto o arbolillo no autóctono muy usado en jardinería especialmente para la conformación de setos. Característica coloración rojiza en los brotes nuevos. 
Las flores son producidas en corimbos densos terminales, cada flor es de 5-10 mm de diámetro, con cinco pétalos. El fruto es pequeño, 4-12 mm de color rojo brillante y persiste durante el invierno. Los frutos con consumidos por los pájaros que dispersan sus semillas.

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Frente a la plaza de la puerta lateral de la Casita vemos un arce negundo




Acer negundo

El arce negundo es un árbol frugal, caducifolio, muy usado en jardinería.
Alcanza hasta 20 m, usualmente no muy longevo. Los tallos son verdes, con una cera rosa o violeta cuando jóvenes. Al contrario de otros arces (con hojas palmadas) tiene hojas imparipinnadas con cinco (a veces tres o siete) folíolos; las hojas tiene 12 a 25 cm de longitud, con cada folíolo de 6 a 10 cm y 3 a 7 cm de ancho. Ningún otro arce tiene más de tres folíolos. Las hojas tienen grandes aserrados y son asimétricas en la base de la hoja. 
Las flores son pequeñas y a pétalos, de 10 a 30 juntas en un racimo péndulo, de 1 a 2 dm de longitud, en la temprana primavera. Los frutos son disámaras, de 1 a 2 cm de longitud, con alas de 2 a 3 cm incurvadas; se dispersan y caen en otoño, o persisten durante el invierno. Distinto a otros arces, es un árbol dioico.



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